Efesios 6:10-11 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Satanás se opone a Dios y quiere impedir que los creyentes lo glorifiquen.
Una forma en que hace eso es convencerlos de que él es tan imponente, que nunca podrán derrotarlo o tan débil que pueden pelear en su contra en sus propias fuerzas.
2 Corintios 10:4 dice “las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”
Los recursos humanos solos no pueden derrotar a un enemigo espiritual, pero los recursos divinos sí.
Por eso es crucial entender los recursos que tienes en Cristo que aseguran la victoria espiritual.
En Efesios 1:3 Pablo dice que has recibido todas las bendiciones del cielo a través de Cristo.
Eso incluye ser perdonado y redimido (v6-7) y recibir conocimiento, entendimiento y sabiduría (17-18) Dentro de ti radica el Espíritu Santo (v13) quien te fortalece y logra más de lo que tú puedes pedir o pensar (3:16, 20)
Los creyentes representan el asombroso poder de Dios en este mundo, el mismo poder que levantó a Cristo de entre los muertos, lo sentó a la diestra del Padre y sometió todas las cosas debajo de Sus pies (Efesios 1:19-22).
Él es el Soberano Señor contra quien nadie puede enfrentarse exitosamente. Es por eso que Pablo nos exhorta a fortalecernos en Él y en el poder de Su fuerza (Efesios 6:10)
Encontramos Su fortaleza al ponernos la armadura que Él ha suplido: verdad, justicia, paz, fe, salvación, la Palabra y oración.
Entonces, no importa en qué dirección se aproxime el enemigo o qué tan sutiles puedan ser sus ataques, seremos capaces de estar firmes.
Los ataques de Satanás son complejos y sutiles. Sus formas de trabajar en este mundo son astutas y engañosas.
Ya que es imposible analizar y anticipar cada uno de sus ataques, enfócate en fortalecer tus defensas al entender tus recursos espirituales y usarlos cada día.
Por John MacArthur