Salmo 15:1-5
Jehová, quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
Los salmos de David describen la vida de integridad que los creyentes deberían tener.
El pasaje de hoy nos muestra que Dios valora nuestra justicia e integridad.
Para desarrollar y mantener un estilo de vida que lo agrade, debemos…
FORMULAR NUESTRAS CREENCIAS SEGÚN LA BIBLIA.
La Palabra de Dios habla de nuestra necesidad de un Salvador, de la muerte de Cristo por nuestro pecado, y del regalo de vida eterna del Padre celestial.
Una vez que creamos estas verdades, nuestras prioridades deben corresponder con las de los hijos de Dios.
SOMETERNOS AL SEÑORÍO DE CRISTO.
El Señor nos dice que nos neguemos a nosotros mismos y lo sigamos (Marcos 8:34).
La dedicación al Salvador nos ayudará a enfrentar la tentación y a escoger la santidad.
CREAR RELACIONES CON PERSONAS QUE VALOREN LA VIDA DE SANTIDAD.
La influencia de otros cristianos fortalece nuestra dedicación y obediencia al Señor.
RECONOCER LOS PASOS EN FALSO.
Todos cometemos errores. Pero cuando incurramos en ellos, debemos confesar nuestro pecado a Dios y alejarnos de la conducta pecaminosa (1 Juan 1:9).
Vivir con integridad no siempre es fácil.
Pero nuestro Padre, que entiende nuestras luchas, envió su Espíritu para guiarnos hacia una vida de santidad.
Pidámosle que nos ayude a ser más como la persona descrita en el Salmo 15.
Créditos: Ministerios en Contacto